Este sábado he asistido con mi pareja a la 4º edición de
RetroBarcelona, celebrada esta vez dentro de un evento mayor,
Barcelona Games World, dedicado al videojuego actual. Esta circunstancia ha provocado que el evento haya ganado en varios factores:
más duración (4 días),
más visibilidad (han acudido medios locales y nacionales a cubrirlo, y muchos visitantes han descubierto una nueva feria),
más espacio (mucho mayor que el año pasado),
mayor comodidad (menos empujones, menos colas para jugar o comprar),
más máquinas para jugar (al haber más espacio, los stands eran mayores, por lo que podían albergar más consolas, ordenadores y recreativas para disfrute del público), y porqué no decirlo,
mejor salubridad (el ambiente cerrado, cálido y condensado del año pasado no era muy sano; este año la ventilación funcionaba perfectamente).

En cuanto a los
contras, el principal y que ya conocíamos desde hacía meses es el precio de entre
12€ y 15€ por entrada al englobarse en la Barcelona Games World, que posiblemente haya echado atrás a más de un padre o madre que pensaba acudir en familia y a quién no le habrán salido las cuentas. Pero lo que es
inaceptable es que, además de tener que pagar este precio, obliguen a los visitantes a esperar en
colas de más de una hora para acceder al recinto. Es un fallo importante que la organización de Barcelona Games World debería solucionar de cara a 2017. Otro problema menor fue el de las conferencias: al no contar con salas separadas por paredes del pabellón de stands, el sonido de los conferenciantes se mezclaba con el barullo de las melodías de videojuegos, charlas del personal, etc, lo que hacía que seguirlas costase un poco. Pero con todo, nos fuimos de allí con un
muy buen sabor de boca por lo bien que nos lo pasamos.


Hablando del contenido del evento, comentaré algunas cosas que me llamaron la atención, como la
VirtualBoy que la gente de
Tentáculo Púrpura tenía en su stand. Un curioso y en su día fallido aparato lanzado por
Nintendo para jugar a juegos en
3D que nunca había probado y en el que siempre había cola para jugar. O varias
Lynx y
Lynx II en el stand de
Atari ST Fan en las que pude jugar a grandes títulos como
California Games o
Toki, genial conversión para una estupenda máquina lastrada por su gran tamaño y escasa autonomía. Un juego que me gustó por su original ambientación fue el
Adiós a la Casta II de
4MHz para
Amstrad CPC, cuyo protagonista está más que inspirado en
Pablo Iglesias, líder de
Podemos. Algo que llamó mucho la atención de los asistentes (sobre todo a los que peinamos canas) fue la flamante réplica de
KITT,
El Coche Fantástico, expuesta a la entrada del recinto. La máquina recreativa de cartón de
Rex Arcade también sorprendió a los que pudieron probarla por su robustez.

La única conferencia a la que asistimos fue la de
Gonzo Suárez, protagonista de
"la Edad de Oro del Software Español" como miembro de
Opera Soft, director de la aclamada
saga Commandos posteriormente, y que a día de hoy sigue trabajando en la creación de videojuegos. Si habéis leído o escuchado alguna entrevista suya, os podréis imaginar lo que vimos:
una charla muy amena y divertida plagada de anécdotas y datos interesantes sobre el pasado y presente de este mundillo.


Como comentaba antes, el amplio espacio del recinto permitió stands mayores, incluidos los de microordenadores. Así, el stand de
Commodore Plus/
Commodoremania albergaba montones de
Commodore 64,
Commodore 16, Amigas, un CDTV, etc con juegos para ser disfrutados por los visitantes, así como un monitor que mostraba vídeos del esperado y espectacular
Sam's Journey para C64, cuya
campaña para poder lanzar una versión en cartucho en español e italiano está en marcha actualmente en
IndieGoGo, y esperamos que llegue a buen puerto. Otras marcas como
MSX,
Atari o
CPC contaron con generosos stands, pero se echó en falta uno dedicado a
Spectrum. Los que no faltaron fueron los clásicos de los eventos catalanes:
Retroscroll,
GameMuseum,
Tentáculo Púrpura, o los reyes de los torneos,
PixelsMansion.


Y si había muchos ordenadores y consolas para jugar,
el número de recreativas era espectacular. Esta vez las colas eran escasas y podías saltar de una máquina a otra casi sin esperas.
Afterburner, Out Run, Street Fighter II, Teenage Mutant Ninja Turtles, NBA Jam o
World Rally Championship entre otras recres traídas por
Arcade Vintage (que además fabrican una rica cerveza artesana),
Valdemordor,
Arcade.cat o
A.R.P.A., fueron disfrutadas por gran cantidad de público. La zona de tiendas ahora era un espacio en el que se podían recorrer los puestos con más tranquilidad, sin empujones y codazos.
Como veis, en general nos traemos una
impresión muy positiva del evento, que esperamos sea igual de exitoso o más el año que viene, solucionando a ser posible los defectos de este, especialmente el precio de las entradas y los accesos.El resto de fotos las tenéis
aquí.
Y tú, ¿estuviste en el evento? ¿Qué te pareció?
Salu2, Paco.
Que envidia me dais... malditos... :'(
ResponderEliminarSiempre nos quedará internet ;-) ¿Allí no se hacen retroeventos?
EliminarReuniones muy pequeñas, una vez al año o poco más y en Buenos Aires, a 700 km de distancia... O sea que no! :P
EliminarGenial en todos los aspectos salvo en lo mismo que tu comentas sobre las entradas. No puede ser que hoy en día y eventos como este, no lo hayan previsto.
ResponderEliminarBuen artículo ;D
A ver si en 2017 lo arreglan, y si de paso idean una forma de dar un acceso más económico a los que sólo vamos a RetroBarcelona, mejor, pero tengo pocas esperanzas. ¡Gracias y nos vemos en Explora '17!
Eliminar